domingo, 11 de julio de 2010

Mensage

Todo hombre sabe quien es en el día de su ocaso, acepta su final,

ya no hay duda de quien es y de donde vino, ¿Quienes somos?

Cuando niño mi padre decía que el hombre no escogía de donde ser, pero podía ser de donde quisiera, que lo que define al hombre no es solo quien es internamente, el secreto hombrecillo que se mira al espejo, se ve, y luego allá se va y olvida la clase de hombre que ve, no, lo que define al hombre son las decisiones que toma, que lo determina, ¿Quien es el cobarde y el héroe?

El héroe es aquel que hace lo que debe hacer en el momento que debe hacerlo, no importa si el miedo lo invade, ha tomado su decisión, es pues de la abundancia de su tesoro que prodiga, el tesoro que se encuentra en medio de el, el hombre justo pues saca lo que es bueno de su corazón y es capas de retener lo que esta corrupto, si, todos somo hombre malos, lo que nos difiere es la capacidad de decidir a sacar lo bueno, somos luz y oscuridad en constante pugna.
¡oh hombre insignificante que soy¡, hasta cuándo seguiré siendo lo que soy, hasta cuando los remedos de lo que pretende ser correcto, siempre en este cautiverio, por cuanto sigo siendo la basura de este mundo, el desecho de todas las cosas, por cuanto no he podido ser un hombre de altura, ala medida de los paso que debo seguir, trastabillar, tropezar, ¿A caso Dios no odia a los cobardes? si, de estos proceden los hombres que siempre están quejandose de su suerte en la vida, aquellos que han sido estrechos, constreñidos,parcos, en el dar y sentir, aun siendo lo que soy, nunca se han encontrado apretados en mi corazón, antes bien este lugar espacioso, amplio en los tiernos cariños para con todos, por cuanto han sufrido necesidad, nos hemos desprendido de nosotros mismos, hemos dado de nuestra propia carne, hemos dado alegría y lágrimas, no hemos olvidado.
Todo hombre olvida, pero lleva en su frente la marca de lo que es y de lo que sera, esto lo acompañara hasta su fin, pero... ¿que determinara su sueño final?
Queda la sosobra y la oscuridad ¿Que hombre es capaz de escuchar la voz que lo llama, de aquel que trae su relevo?
El hombre necio e ignorante es aquel que escoge serlo, la ignorancia es por desgracia o por convicción, nadie mantendrá la convicción el el día del juicio, aquel día en el que sus propias rodillas choquen unas contra otras, aquel día el que mojen los pies, si a caso han tratado traidoramente y han orinado contra la pared, tendrán mejor suerte que un perro vivo o un león muerto, si, nunca han preguntado, yo no he sabido nada pero si he preguntado ¿Que clase de respuesta esperas? no puedes comprender la extención de lo vació y ni si quera definir el tamaño de lo que pisas, no podrás distinguir la respuesta, la respuesta siempre ha estado allí, te has negado a verla. hay algo mas grande y pesado frente a tus ojos que tu propia nariz, aquel que se envalentona y extiende sus viperinos brazos para el mal.
¿Que sucederá con el hombre que busca la felicidad? ¿A caso sabrá lo que es, como habrá de encontrarla? La hiena disfruta de desafiar a la leona, y esta se envelesa en quebrantar los huesos, vive para respirar su tuétano, que el hombre fiera resiba toda la recompensa que se le deba por su error. ¿Haz visto al hombre feliz? Haz visto entonces al hombre equivicado, por si a caso su medio de felicidad fue devorar al que pasaba, devorar a los críos de ellos, es este un animal de costumbres, pero siempre hará lo mismo, y todo hombre dará lo que tiene, hasta la ultima porción en favor de su propia alma, corrupción, voracidad, y despojos, todo para ser felices, y nunca ver lo absurdo de su subir, pues siempre esta la caída. ¿Cuan poderoso es un hombre? No importa, ante el inconmensurable por del tiempo y del olvido, ante el juicio de las cresas, de su propia ruina, nadie los recordara, solo debo esforzarme para que mi propio aliento vuelva hacia aquel que lo dio, que mi propia memoria vaya a aquel que no es capaz de olvidar, donde nada se corrompe, donde el ladrón no entrara por fuerza ni en medio del sueño, dormiré tranquilo, cuando sea capas de entender porque se me ha dado este cielo, y pueda decir, he hecho lo que debía de haber hecho, no me olvides, estamos en paz, se que la eternidad existe, tan profunda y real como la muerte, tan imperecedero como el amor.

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